Materiales:
-Plomo (en mi caso me gusta utilizarlo redondo con forma de perdigón de 10 gr, de todas formas, cada cual que utilice la forma y el peso que crea conveniente).
-Un anzuelo de pata larga y con anilla (utilizo unos VMC inoxidables, ya que son bastante fuertes, pero también he utilizado unos negros que se usan para pescar con lombrices finas. El tamaño del anzuelo se elegirá en función del tipo y tamaño de vinilo y de plomo que queramos utilizar).
-La chapa de una lata de refrescos (también se pueden utilizar monedas de cinco céntimos de euro, o cualquier otro tipo de metal que uno considere óptimo. A mi me gusta la chapa de las latas por lo fácil que es manipularlas, ya que con una simple tijera o con un pequeño clavo podemos cortarlas o agujerearlas. Quién disponga de buena herramienta podría utilizar y manipular metales más duros y mejores. No obstante, una cabeza recién acabada y fabricada con la chapa de una lata fue sometida a una prueba de resistencia a tracción y aguantó 26kg de peso. Lo que acabó cediendo fue el propio anzuelo inoxidable del nº 2, lo que supone que la chapa todavía aguantaba más).
Paso 1:
Como veis, se corta la lata (de “Coca Cola Light” en este caso) en pequeños cuadraditos de 3x2cm, y luego los pegamos uno a otro con loctite, de manera que logramos una única chapa más consistente con un espesor equivalente a la cantidad de chapas que peguemos. En este caso he pegado cinco chapas. Recomiendo utilizar entre cuatro y siete chapas. Si pegamos más, conseguiremos una chapa más consistente, pero difícil de manipular. Si pegamos menos, la chapa será muy blanda.
Nota: para cortar la chapa suelo utilizar unas tijeras grandes, de esas que se utilizan para limpiar pescado.
Paso 2:
Cogemos el plomo, lo abrimos más y le hacemos un agujero en su interior.
Comparación de un plomo abierto y otro sin abrir.
Nota: para abrir el plomo meto un cuchillo viejo en la abertura y, a continuación, le doy golpes con un martillo para hacer una grieta más profunda. Luego le meto la punta de un alicate (de apretar, no de cortar) en la abertura, y abro el alicate de modo que la abertura del plomo también se abra, es decir, que aumente su ángulo.
Paso 3:
Hacemos una muestra de babero de papel y hacemos pruebas con el plomo recientemente manipulado para ver si tanto el tamaño como la forma son idóneos. El babero ha de ser algo más grande que el plomo. De todas maneras, os podéis fijar en las fotos del final, donde se ve el artilugio acabado, para ver la relación de tamaño babero-plomo. Esta muestra la utilizaremos como plantilla.
Paso 4:
Colocamos la muestra de papel definitiva sobre la chapa, y dibujamos su contorno sobre la chapa.
Paso 5:
Cortamos y hacemos los acabados oportunos en la chapa. Guardad la simetría en la chapa lo mejor que podáis. Después haced un agujero en la parte inferior de la chapa. Este agujero tiene que tener un diámetro similar al del hueco de la anilla del anzuelo.
Nota: para hacer el agujero, utilizo un clavo pequeño y fino, y simplemente lo clavo con un martillo en la chapa.
Paso 6:
Hacemos coincidir el agujero de la chapa y de la anilla e introducimos un trocito de alambre de acero inoxidable que atraviese a ambos. A continuación doblamos el trocito de acero de forma que la chapa y el anzuelo se queden unidos. En la foto se ve mejor lo que quiero decir.
Paso 7:
Esto último lo introducimos en el plomo empezando a meter la punta del anzuelo por el agujero. Tal vez tengáis que agrandar todavía más la grieta y el agujero.
Paso 8:
Como veis la unión entre la chapa y el anzuelo va a ocupar espacio dentro del plomo cuando procedamos a cerrarlo. Por eso, os recomiendo que con un cutter, o con la punta de un clavo, o con lo que queráis, rasquéis algo de plomo de manera que le hagáis algo de espacio a la unión. Pero solo algo, no os paséis.
Procederemos a cerrar el plomo golpeándolo con un martillo. En la foto anterior veis que tengo sujeto en anzuelo con un alicate. ¿Por qué? Suponed que nos ponemos a golpear sin más, entonces, el plomo al cerrarse tiende a expulsar lo que tiene en su interior. El alicate puesto pegadito al plomo impide que lo que está en el interior salga, es decir, no deja que el anzuelo patine. Por otra parte, cuando golpeéis con el martillo hacedlo con suavidad para que el plomo se vaya poco a poco deformando en su interior y vaya formando hueco para que la unión chapa-anilla quede bien atrapada. Incluso tendréis que rematar los bordes del plomo apretando con un alicate. Este es el resultado:
Nota: procurad que el anzuelo coincida con el eje de simetría del conjunto plomo-chapa.
Paso 9:
Ahora toca doblar la chapa hacia arriba con un alicate. Mirad las fotos y fijaros en la inclinación. Al hacer esto, se crean tensiones tangenciales entre las superficies de las chapas que están pegadas entre si, y puede que alguna se os despegue. La volvéis a pegar con loctite y ya está. Una vez realizado esto, hacéis un nuevo agujero en la parte superior de la chapa, que utilizaremos para meter nuestra grapa.
Paso 10: (Opcional, pero recomendable)
Para acabar suelo dar una mano de epoxi a toda la chapa y también al plomo. Esto lo hago para intentar evitar que la chapa se me oxide al cabo de un par de usos, y también para recubrir bien todos los huecos y resquicios que haya entre la chapa y el plomo, para que no me entre agua al interior. Ahora ya no queda más que montar el artilugio en algún vinilo. Yo lo he probado con el Sand Eel de 15cm y de 10cm de Storm, con el X-Layer de Megabass, y con el Slug-Go de Lunker City, y va de maravilla. Se pueden manejar a tironcitos y de otras mil maneras, e incluso simplemente en recogida lineal, que es como más me gusta.
Probad distintos tamaños y distintas formas de baberos, para ver cual os va mejor. Como veis en las fotos, cada babero tiene una pequeña variación. También podéis darle, si queréis, una pequeña curvatura a la chapa, como podéis observar en la siguiente foto:
Cortesía de Kusha.
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